martes, 17 de enero de 2012

FOTOS DE LA MISIÓN GEMINI

Me ha encantado la noticia que he leído en xatakafoto sobre la publicación de las fotos que tomaron los astronautas de la misión gemini, y que se han dado a conocer ahora (algunas son de 1965). Hay miles de fotografías que podemos ver en la página web de la Universidad de Arizona, incluso puedes descargarlas. Por eso no he podido resistirme a poner algunos ejemplos, ya que me parecen una pasada (de algún lado tenía que venir el título del blog, je je).
Todas las fotos las podéis encontrar en: March to the Moon



Canarias: 

Cuba: 

Somalia:

sábado, 14 de enero de 2012

EL DESASTRE DE TEUTOBURGO

Esta batalla conocida como el "desastre de Varo" o la "batalla de la selva de Teutoburgo" permaneció grabada en la mente de las legiones y los ciudadanos romanos durante años. Se produjo en el año 9 y supuso la aniquilación casi completa de tres legiones al mando de Publio Quintilio Varo.
Varo era por entonces gobernador de la provincia Germania Magna, nombramiento que consiguió gracias a su amistad con el emperador Augusto, y no por sus dotes militares ni diplomáticas. Su desmedida ambición y sus métodos brutales generaron el descontento de la población germana, hasta que ésta se sublevó al mando de Arminio (tribu de los queruscos).
Tal era la ceguera de Varo sobre la supremacía de Roma, que estableció el campamento de verano de las legiones a su mando (la XVII, la XVIII y la XIX) en territorio querusco, manteniendo una estrecha relación con los jefes queruscos, incluido el joven Arminio. Éste se dedicó a fomentar la rebelión contra Roma entre las tribus de los marsios, chattis y bructerios. A pesar de algunas advertencias Varo seguía sin ver la realidad y fue engañado para que se desviara de su camino hacia los cuarteles de invierno con la excusa de una sublevación local. Incluso dio permiso a las tribus para que se unieran a fin de ayudarle. Por supuesto, todo era una burda mentira para atraer al ejército romano a una zona boscosa donde era fácil tender una emboscada (situada en la actual Baja Sajonia). 
El ejército romano iba acompañado de mujeres, niños y esclavos, así como de numerosos carromatos, lo que dificultó aún más el avance. Tenían que derribar árboles y abrir nuevos senderos, por lo que el ataque de los germanos les pilló totalmente desprevenidos. Además de los dardos y las jabalinas, las tribus serraron los árboles pero manteniéndolos en pie hasta que el ejército estuvo a sus pies, entonces, terminaron de cortarlos y los árboles cayeron sobre los aterrorizados romanos. Aunque los germanos fueron en primer lugar a por Varo, al parecer no consiguieron matarlo ese día. Se supone que las legiones consiguieron reagruparse y presentar resistencia, pero la dificultad del terreno les impidió luchar como estaban acostumbrados. El equipamiento militar, tan útil en campo abierto, no era más que otro impedimento, en contraposición con el de los germanos, mucho más ligero. Construyeron un pequeño campamento y quemaron la mayor parte del bagaje que llevaban. Sin embargo, en el camino se sucedían las zonas de bosques, donde los germanos tenían sobrada ventaja, y las bajas entre las legiones aumentaron hasta que todo estuvo perdido. El jefe de la caballería romana huyó en dirección al Rin, pero no sobrevivió; Varo decidió suicidarse junto con otros miembros del estado mayor para no ser capturados vivos por los germanos; los dos generales que quedaron no corrieron mejor suerte: uno murió luchando contra los germanos y el otro se entregó ingenuamente, siendo asesinado junto con el resto de los legionarios de su unidad después de ser torturado. Dos estandartes romanos cayeron en manos de los germanos y la cabeza de Varo fue enviada como botín al rey Maroboudo.
Un joven oficial llamado Casio Querea consiguió escapar con algunos hombres, pero el resto (unos 18000 legionarios y 10000 "civiles") nunca salieron del bosque de Teutoburgo.Gracias a él conocemos los detalles del desastre.
Los germanos, envalentonados por la aplastante victoria, se dedicaron a atacar las fortificaciones a lo largo del Rin, pero la rápida reacción de Roma, desplazando legiones hasta allí, y la salida de Tiberio de Roma con más tropas de refuerzo, desanimó a los germanos, impidiendo consecuencias mayores. Sin embargo, esta batalla marcó un punto de inflexión: la frontera del imperio se fijó definitivamente en el Rin y los emperadores renunciaron a extender sus conquistas más allá. 
Los estandartes fueron recuperados años más tarde por el sobrino del emperador, Julio César Germánico, pero la derrota fue un golpe tan duro para el prestigio de Roma, que los números de las legiones vencidas nunca más volvieron a utilizarse.

martes, 10 de enero de 2012

LA LEYENDA DEL ACUEDUCTO DE SEGOVIA

Los aguadores de Segovia tenían que cruzar cada mañana hasta el otro extremo de la ciudad y cargar con los cántaros llenos del agua recién cogida del río. Una muchacha que servía en una de las casas señoriales de Segovia, cansada ya de tanto esfuerzo día tras día, una mañana sentada junto al río exclamó:
-¡Daría lo que fuese con tal de liberarme de esta esclavitud!.
De pronto, un hombre vestido de negro le propuso un cambio: su alma a cambio de que la muchacha no tuviese que volver a cruzar la ciudad para recoger el agua. La muchacha temerosa, añadió que la solución debería existir antes de que el gallo cantase la mañana siguiente. El hombre ofreció un pergamino en el que la muchacha debía firmar con su sangre y ella lo hizo. Entonces el hombre se transformó en el mismísimo diablo y desapareció.
Esa noche la ciudad fue azotada por la tormenta más grande jamás vista y cuando la muchacha se asomó a la ventana vio cómo el diablo sobrevolaba la ciudad y cargaba con unas piedras inmensas con las que estaba construyendo un puente a una velocidad de vértigo. La chica arrepentida rezó a Dios pidiéndole perdón por lo que había hecho y justo antes de que el diablo colocase la última piedra, cantó el gallo. De esta forma la muchacha conservó su alma y Segovia quedó presidida por un imponente acueducto que la abastecería de agua en los siglos venideros. Dicen que la piedra que no se puso es justo el hueco en el que está la Virgen y San Esteban al otro lado y que los aguadores de la ciudad elevaron las imágenes hasta allí como ofrenda ante el "milagro".
Fuente: mitos y leyendas de Segovia




Una vez contada la leyenda, pasemos a la historia real: el acueducto es la obra de ingeniería civil romana más importante de España. No se sabe con seguridad la fecha exacta de su construcción: unas teorías apuntan al siglo I en la época de la dinastía Flavia y otras al período de Nerva o Trajano. Está construido en granito y como característica fundamental, sus sillares no están unidos por argamasa, sino que se mantienen por un equilibrio de fuerzas. Los romanos utilizaron fuertes andamios que soportaban las cimbras, sobre las que se encajaban las dovelas de los arcos, cuya piedra central, la clave, tenía que estar perfectamente tallada en forma de cuña para así poder ejercer la presión suficiente. Era necesario marcar los dobles agujeros que vemos aún hoy, en los extremos de cada sillar de granito, ya que para elevarlos usaban grandes tenazas metálicas. Estas tenazas se cerraban al tirar hacia arriba y se apretaban con el propio peso de la piedra.Las hornacinas que ahora ocupan la Virgen y San Sebastián probablemente alojaron en su tiempo a dioses paganos, y bajo éstas, había una inscripción sobre su fundación en letras de bronce.
Posee 167 arcos, 120 pilares y una altura máxima de 28,10 metros. Fue declarado Monumento Histórico por la Real Orden del 11 de Octubre de 1884.